20 de agosto de 2014

Crónica del festival de Hellín, por David Martínez

Del 12 al 17 de agosto 4 jugadores de Zuri- Baltza, Javier Salas, Jon Fernández (que me cede su blog  para escribir estas líneas), Luis Goti y el que escribe hemos participado en un torneo de ajedrez lento sub 2000 en Hellín, provincia de Albacete. Nos acompañó en el coche el joven vitoriano Javier Marchena, que compitió en un cerrado contra maestros.

El viaje en coche se me hizo corto respecto al tostón que hubiese supuesto coger dos autobuses para llegar al destino. Por cierto, en lo que respecta a hablar (sobre todo en verde) Luis nos ganó a todos de sobra.

Hellín (Dune/Arrakis para Jon Fernández) es la localidad más poblada de Albacete tras la capital. Tiene unos 31.000 habitantes, lo que por esas tierras es decir mucho, pero no tiene demasiados atractivos si lo que se busca son emociones. Ahora bien, hay tranquilidad para centrarse en el ajedrez,  noches con temperatura agradable para pasear en pantalón corto, hellinesas con pantorrillas y muslos morenos, y una piscina municipal donde las parejitas extranjeras amenazan con ahogarse de forma romántica (los del coche me entenderán lo de la piscina ;)).

El Hotel Emilio está  a la par de la localidad, es agradable pero sobrio. Me alojé en una habitación de la zona antigua, que en principio debía ser similar a la zona nueva salvo en la decoración. Lo cierto es que eché de menos un minibar o una neverita que si tenían los de la parte nueva. En recepción dijeron que iban a intentar conseguirme un minibar pero finalmente no llegó  y tuve que tirar a la basura unos yogures y un par de sándwiches, poca cosa la verdad. Creo que el sistema de aire acondicionado tampoco estaba a la altura de la zona nueva, pero acabé  acostumbrándome. De hecho estoy convencido de que de los cuatro de Zuri Baltza fui el que mejor descansé. ¿Por qué digo eso? Yo estaba alojado en una habitación individual y Luis, Javi y Jon compartían una triple (más bien una doble con tres camas). Parecerá una tontería, pero me dio  la impresión que con el paso de los días me encontraba igual de fresco y mis compañeros de club cada vez parecían más fatigados. Por lo demás estábamos centrados en el torneo y hacíamos casi los mismos planes, con escapaditas a un chill out, pero sin trasnochar demasiado.

La sala de juego era muy cómoda, un salón del hotel. Había espacio entre mesas para tomar postura de combate  y el aire acondicionado estaba bien regulado, lo que permitía pasar horas en condiciones adecuadas. Otra cosa, jugar en el mismo hotel en el que te alojas es una situación de gran comodidad. Puedes apurar y salir de la habitación un par de minutos antes de empezar la partida. Maravilloso…
En lo que respecta al resultado del torneo Javier Marchena hizo un resultado aceptable en el cerrado con 2 derrotas y 6 empates.

Nadie de Zuri Baltza acabó demasiado satisfecho en el sub 2000.

Javi Salas hizo un resultado correcto acorde a su elo (4,5/8)  pero con malas sensaciones, remontando posiciones perdidas. No parecía contento, pero lo cierto es que es que compite bien, y saber liar al rival (ganando con más oficio que juego) es una virtud importante. 

  
Luis Goti se había puesto como objetivo el 50% y se quedó con un 25% (2/8) Al parecer tiró por la borda dos partidas ganadas, y fue incapaz de entablar una de ellas al ser incapaz de adaptarse a la nueva situación  y luchar por medio punto en un final básico. 

Jon Fernández tuvo la peor actuación en un torneo desde que le conozco. Creo que le condicionó mucho no ganar la segunda ronda con calidad y pieza de ventaja y el hecho de dormir mal. Parecía coger aire cuando tuvo fe en la cuarta partida y me sacó medio punto en una partida en la que estuvo perdido. Para entonces se puso con un interesante 2,5/4. De allí en adelante no puntuó y acabó con un muy decepcionante 2,5/8.

Respecto a mí, acabo con sensaciones contradictorias. Acabé el torneo imbatido. Más aun, salvo en la última ronda ningún rival me puso en situación desventajosa, lo que en ocho rondas es muy llamativo. Por otra parte conseguí superioridades aplastantes en 7 de las 8 partidas. 


Cualquiera que lea esto pensaría que he ganado el torneo, pero acabé el 11º con sólo dos victorias y 6 (¡6!) tablas. Solamente uno de esos empates fue coherente con lo ocurrido en el tablero. La clave es que tiré  por la borda las otras 5 partidas, que acabaron en empate principalmente por tres motivos: falta de técnica, falta de confianza, y exceso de confianza. 

Era la primera edición del torneo y deberían pulir ciertos errores organizativos (por ejemplo se suspendió el curso “Mejore su cálculo”), pero globalmente me ha gustado la experiencia. Me consta que Mikel Huerga se ha dejado el alma para que el torneo se llevase a cabo en las mejores condiciones posibles. Participar en el campeonato me ha permitido descubrir ciertas carencias que ya intuía en mi juego. Si las circunstancias personales lo permiten pienso repetir y jugar la segunda edición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario