Así que, tras comprar las entradas por la red, me planté allí para disfrutar del espectáculo. Mi sorpresa fue mayúscula al encontrarme a Leontxo García en el vestíbulo donde recogí mis entradas. Yo pensaba que la obra no iba a captar la atención del público ajedrecista y la verdad es que así fue. Sólo pude ver un par de rostros de ajedrecistas y el de Leontxo dentro del teatro, confirmando lo que hace tiempo que sospecho: que la mayoría de ajedrecistas simplemente se dedican a mover trebejos y no se muestran muy interesados en todo lo que rodea al mundo del ajedrez.
En cuanto a la obra, es estupenda, con grandes actuaciones y una duración que justifica el precio de la entrada. Los datos ajedrecísticos son muy acertados, si bien se cometen algunos errores puntuales como decir que el mate pastor es el mate más rápido posible. Tenéis más datos e información de la obra aquí.
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